viernes, 27 de febrero de 2015

Desahogo

¡Hola blogeros! Primero de todo quiero deciros que siento haber subido esta entrada muy tarde (os dije que la subiría un día viernes, pero no que fuera tarde), pero es que he estado empezando a hacer algo muy especial para Semana Santa.

¿Que qué es? :) :) Ya os lo diré en otra entrada.

En esta entrada quiero hablaros de mi opinión respecto a lo siguiente:

DOMINGO


El Domingo, además de ser uno de los hijos de Doña Semana, uno de los nietos de Don Mes, uno de los bisnietos de Don Año, y uno de los tataranietos de Don Siglo (XD XD), es uno de los días que menos me gustan.

A la hora de levantarse Garfield dirá:  
Pero yo digo: 

¿POR QUÉ?

Porque, si quiero ser sinceros con vosotros, los domingos ya no me hacen tanta gracia como antes, porque detrás de cada uno hay un aburrido lunes, y porque no es tan emocionante como un sábado o un viernes (excepto que sea vacaciones o víspera de un lunes festivo, evidentemente).
Hace muchos años, durante la infancia, siempre identificaba el domingo como el día perfecto para acomodarse y ver películas en el sofá (¡Ah, qué lindos recuerdos!), pero ahora que soy mayor, lamentablemente lo veo como COSA DEL PASADO :( :( :(

Es también el peor día que un adolescente tiene para estudiar antes del examen de un día lunes.
¡No hay nada peor que estudiar un DOMINGO! ¡Nada!

Tampoco me gustan los domingos, por ser el último día semanal en el que puedes levantarte tarde y por tener que acostarte pronto.
Además este año he decidido emplear los domingos para estudiar durante casi toda la tarde, para que luego al terminar, ver videos en Youtube tranquilamente después de una jornada de pesadilla sea uno de los buenos placeres del finde.

¿Qué opináis vosotros de los domingos? Respondedme en los comentarios. 

Bueno, en fin. Espero que os haya gustado esta entrada, o al menos os haya entretenido. Recordad que he hablado del domingo desde mi punto de vista. Luego ya vosotros.....

¡Hasta la próxima semana! 

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