domingo, 11 de septiembre de 2016

Desahogos

¡Hola blogueros! Como ya os dije el lunes 5, esta va a ser la última entrada de las vacaciones de verano, antes de la vuelta a las clases ( :( snif, el tiempo se pasa muy deprisa). Todavía recuerdo como si fuera ayer el día que terminé de hacer la selectividad y me preparaba para las vacaciones. Durante casi todo el mes de julio hice todo lo posible para poder hacer la matrícula de la universidad...

He esperado este momento desde que empezó el verano... Y ahora estoy deseando que empiece...

Por otro lado estoy un poco nervioso porque no sé si podré adaptarme.... Esta es una experiencia completamente nueva... ¿Haré nuevos amigos en el centro? ¿me caerán bien todos los profesores? ¿conseguiré enterarme de todas las mil y una novedades que ofrecerá la universidad? ¿qué tipo de cosas aprenderé o repasaré en este primer curso? ¿aprobaré los exámenes?

Ya me han dicho un montón de veces que no me preocupe tanto por eso.... Los nervios son muy comunes el primer día, pero a lo largo del tiempo, uno se va acostumbrando a la rutina universitaria (o a la de Formación Profesional, que sería más o menos lo mismo, pero con "un camino más corto y directo hacia el mundo laboral"). Cuando uno está nervioso, puede sentirse sin suficiente confianza y seguridad o puede pensar que su material de clase se está deteriorando.... Esto último (que no tiene mucho o casi nada de sentido) me ha pasado a mí esta tarde; cuando creía que el cable USB de mi ordenador estaba roto y que no podría volver a usarlo nunca más... Los nervios hacen que te muevas sin parar, torturándote con tus propios pensamientos. Te impulsan a toquetear cualquier objeto, como signo de timidez (pero no de cobardía, que no es lo mismo). Cuando te propones algo y pones en ello tu empeño, al final consigues hacerlo... Porque todo lo que necesitamos para sobrevivir un curso en la universidad es seguridad y confianza... Bien lo dice el siguiente verso:

"Si lo quieres, deséalo.
Si lo deseas, será tuyo."

Sven, el frailecillo (Happy Feet 2).

Por supuesto, esto no es literal del todo, ya que uno no puede tener lo que quiera solo con desearlo así como así, sino esforzándose y trabajando duro. Lo mejor de todo es hacer las cosas porque te gustan. y no que tu madre o la sociedad en general te obliga a hacerlas...
Estos son los primeros pasos a la hora de hacer algo grande :)

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